La exposición a sustancias tóxicas en el lugar de trabajo puede presentarse de muchas formas.
Algunas sustancias tóxicas son químicos que pueden entrar en contacto con las manos de los trabajadores u otras partes del cuerpo. Otros peligros de esta naturaleza pueden ser inhalados, como puede ocurrir con las fibras de asbesto y los vapores tóxicos.
Si se sabe que ha ocurrido una exposición a sustancias tóxicas, es fundamental buscar atención médica inmediata para reducir el riesgo de daño a largo plazo en la piel o las estructuras internas.
¿Qué Causa la Exposición a Sustancias Tóxicas?
Los trabajadores pueden estar expuestos a toxinas, venenos y productos químicos de muchas maneras. En algunos casos, la exposición proviene de materiales dentro de los entornos de trabajo, como edificios antiguos donde se están realizando trabajos de construcción o renovación. Otras veces, los empleados pueden estar expuestos a toxinas durante los procesos de fabricación si no llevan el equipo de protección adecuado o mascarillas que puedan prevenir suficientemente la inhalación. También existe la posibilidad de exposición accidental por derrames o la liberación no intencionada de vapores tóxicos.
Posibles Síntomas
Si la piel se ve afectada, los síntomas de la exposición a sustancias tóxicas pueden incluir una erupción cutánea notable, ampollas, quemaduras químicas o irritación inexplicada de la piel. Se pueden experimentar dolor, debilidad general, hormigueo o entumecimiento si el sistema nervioso se ve afectado. Si la exposición es por inhalación, los síntomas pueden incluir:
- Mareos, dolores de cabeza o aturdimiento
- Dificultad para respirar
- Afecciones respiratorias inexplicadas
- Dolores en el pecho
- Ataques de tos
¿Cómo se Realiza un Diagnóstico?
Con irritaciones de la piel o quemaduras químicas, un examen físico suele ser el método de diagnóstico. Las víctimas de exposición a sustancias tóxicas también pueden someterse a análisis de sangre y orina para buscar toxinas que puedan estar dentro del cuerpo. Las pruebas de imagen pueden no ser necesarias con todos los tipos de reacciones o síntomas relacionados con la exposición. Sin embargo, se pueden realizar escaneos de los pulmones si se sospecha daño respiratorio.
Si se sospecha que el sistema nervioso puede estar afectado por la exposición a sustancias tóxicas, a menudo se recomienda una prueba de velocidad de conducción nerviosa o un examen neurológico. Algunos pacientes también se someten a una electromiografía para evaluar la salud de los músculos y los nervios. Si la exposición a sustancias tóxicas ocurrió durante un largo período de tiempo sin ser detectada hasta que aparecieron los síntomas, se pueden tomar y evaluar biopsias de tejido de las áreas afectadas para buscar células anormales.
Opciones de Tratamiento
Se pueden recomendar medicamentos para el dolor de venta libre o cremas tópicas para el tratamiento y manejo de la exposición a toxinas que involucren los nervios o la piel. Los medicamentos recetados pueden ser necesarios si el dolor relacionado con los nervios es severo o interrumpe el sueño. Si la exposición a sustancias tóxicas resultó en quemaduras en la piel, la herida generalmente se enjuaga y se cubre con un vendaje. Los medicamentos también pueden ayudar a manejar los problemas respiratorios relacionados con la exposición a sustancias tóxicas. A veces se recomienda la fisioterapia si la exposición contribuyó a daños en los músculos o nervios. La cirugía podría volverse necesaria si es necesario extirpar tejidos cancerosos que se desarrollaron como resultado de la exposición a sustancias tóxicas.
En un entorno laboral, el riesgo de exposición a sustancias tóxicas puede minimizarse con la capacitación de los empleados y los esfuerzos por adherirse a las regulaciones de OSHA sobre los peligros tóxicos en el lugar de trabajo. Para los casos en que ocurra una exposición accidental, tener un plan claro para manejar tales emergencias podría ahorrar tiempo valioso y reducir la gravedad de los problemas de salud que pueden afectar a cualquier persona expuesta a sustancias nocivas o tóxicas.